Hace algunos días un periodista me preguntó: ¿Con qué ministros de Educación trabajó como viceministro? ¿Qué tenían en común si pertenecían a gobiernos diferentes? ¿Por qué los ministros de Educación con los que usted trabajó duraron varios años?
No niego que mis palabras tendrán un tinte de subjetividad. Acompañé como viceministro al doctor Marcial Rubio, que fue ministro todo el gobierno de transición, después de una larga y reconocida carrera profesional en el campo de la educación, particularmente como docente hasta ser vicerrector y luego rector en la Universidad Católica (PUCP).
Lo mismo puedo decir del arquitecto Javier Sota Nadal. Fue ministro durante casi los tres últimos años del gobierno de Toledo. Fue docente, gestor, hasta llegar a ser rector de la UNI y presidente de la ANR.
Igualmente sucedió con el doctor José Antonio Chang, docente, reformador, directivo y rector (hasta la actualidad) de la Universidad San Martín de Porras, a quien acompañé durante casi los cinco años del segundo gobierno de Alan García.
Ellos, sin duda, transitaron, antes de ser ministros de Educación, una escalera de dificultades, desafíos y logros en su carrera académica y educativa. Ascendieron -poco a poco- las largas y complejas escalinatas de una vida profesional en la docencia y en la estratégica gestión educacional
Los tres me permitieron ser viceministro de Educación casi 9 años en todo el tiempo de sus mandatos ministeriales. Ellos, con su escucha, tolerancia, confianza, trabajo en equipo, amistad, capacidad de decisión y liderazgo, me permitieron, sin duda, contribuir en un conjunto de cambios educativos y decisiones pedagógicas duraderas, innovadoras y efectivas. Los saludo y les expreso mi agradecimiento permanente.