Sería positivo para el país que el presidente Pedro Castillo deje su habitual silencio y se pronuncie sobre la grave situación que atraviesa su líder Vladimir Cerrón y Perú Libre, luego de la diligencia de allanamiento e incautación llevada a cabo por el Ministerio Público y la Policía Nacional el sábado último.

Se trata nada menos que de Cerrón, el hombre que impone ministros al jefe de Estado y que amenaza al mandatario con movilizaciones si es que los cambia. El hombre está seriamente vinculado con “Los dinámicos del centro”.

De por medio está, también, la agrupación política que llevó al poder al mandatario y que le da soporte político en el Congreso con una bancada de 37 incondicionales legisladores, tal como ha quedado demostrado en el voto de confianza al gabinete de Guido Bellido.

El presidente Castillo debe una explicación al país por lo que está pasando con Cerrón y su partido. No puede mirar a un costado, especialmente cuando el jefe de Estado basa parte de su escaso discurso en la lucha contra la corrupción. ¿O es que el enfrentamiento contra esta lacra solo se lleva a cabo cuando viene desde otras fuerzas políticas u otras tendencias ideológicas?