Todas las agrupaciones políticas a las que se les compruebe que cuentan entre sus militantes inscritos con ciudadanos que jamás han firmado su afiliación, sino que han sido incluidos sin su consentimiento, algo que está saliendo a la luz desde hace algunos días, deberían perder su registro e imposibilitados de participar en cualquier justa electoral.
Más allá de las sanciones penales que se apliquen a sus dirigentes, es necesario que por la vía de la justicia electoral, esta gente sea retirada de cualquier posibilidad de lanzar candidatos para ocupar cargos públicos.
No se puede permitir que delincuentes y sinvergüenzas que desde el primer momento de su ingreso a la política han apelado a las malas mañas que se busca desterrar, coloquen candidatos que de ganar tendrían la responsabilidad de administrar recursos, a entidades estatales y el destino de los peruanos.
Por creerse los muy vivos, deberían ser echados por la puerta falsa de la posibilidad de participar en elecciones. Esa gente no está ni para colocar regidores en algún distrito perdido en el mapa del Perú.
Si los que han incluido militantes sin su consentimiento en sus padrones siguen en carrera, nada habrá cambiado y seguiremos en lo mismo de siempre, y con el tipo de presidentes, congresistas, gobernadores y alcaldes que ya conocemos.