Nuevamente la provincia de Pataz, en la sierra de la región La Libertad, es escenario de un hecho de violencia que demuestra que la lucha contra la inseguridad en esa zona, si es que se ha iniciado, no está dando los resultados qur todos quisiéramos. Esta vez, 13 personas entre mineros y personal de una empresa de seguridad que prestan servicios a minera Poderosa, han sido secuestradas por delincuentes que buscarían apoderarse de ese sector rico en oro, según han denunciado familiares de los afectados.

Esto habría sucedido el sábado pasado, pero recién se ha conocido el martes a través de los familiares de las personas que están bajo cautiverio de estos delincuentes ligados a la minería ilegal que desde hace varios opera con total impunidad en esa zona donde parece no existir la autoridad del Estado. No olvidemos que apenas el 29 de marzo último, dos personas fueron asesinadas en el sector de operaciones de Poderosa, que en reiteradas ocasiones ha sufrido los embates de estos criminales.

Lo que pasa en Pataz me hace acordar a lo visto en Ayacucho a inicios de los años 80, en que llegaba información a Lima sobre el accionar de gente que asesinaba, colocaba explosivos y realizaba sabotajes, pero nadie sabía quiénes eran ni se tenía la voluntad política de erradicarlos. Luego supimos quiénes eran. Lo señalo porque hasta el momento jamás se ha informado de la captura de algunos de los implicados en estos ataques que no son de ahora, sino que vienen desde hace al menos dos años.

Lamentablemente, el estado de emergencia dispuesto en esta zona de la región La Libertad no ha permitido frenar a los delincuentes que actúan con total impunidad. Se supone que hay más policías que antes, que han sido reforzados por efectivos del Ejército, sin embargo, todo hace ver que la minería informal sigue ganando terreno. El famoso Cuarto de Guerra se activó y desactivó en Palacio de Gobierno, pero allá en las alturas de Pataz las cosas no cambian.

Y en medio de muertos, explosiones, secuestros y sabotajes constantes a la actividad minera formal, sería bueno saber qué hace el gobernador regional de La Libertad, César Acuña, quien en lugar de estar tan interesado en sus viajes de vacaciones o en colocar a sus “ahijados” en puestos muy buen pagados en esa chacra suya que es el Congreso, debería estar al frente del grave problema de criminalidad que está desangrando a Pataz. ¿O es que no le interesa porque no hay un gran caudal de votos en esa zona?