Perú ja ja
Perú ja ja

Que un Presidente de la República no tenga mejor respuesta que apelar al viejo recurso de denunciar "una campaña falsa e irresponsable", ahí donde no hay otra cosa que la publicación, por parte de este diario, de indicios razonables que podrían vincular a personas cercanas al cuestionado presidente regional de Áncash, César Álvarez, con operadores de su entorno en Palacio de Gobierno, confirma, una vez más, la pobreza argumentativa del Ejecutivo en asuntos que merecerían un desmentido categórico y no apuntar a una conspiración de periodistas y poderes ocultos en la que cada vez menos ciudadanos cree, como se vio cuando explotó el caso López Meneses.

La prensa no ha hecho sino recordar los nexos del empresario periodístico Martín Belaunde Lossio (relacionado a Álvarez en el caso de un presunto espionaje telefónico conocido como "La Centralita") con el Mandatario, a quien en la campaña presidencial del 2006 servía como jefe de campaña. Además, se trajo a colación los pagos que Belaunde y su padre realizaron por "consultorías" a la hoy Primera Dama -por varias decenas de miles de dólares- y finalmente la relación de Belaunde Lossio con una cercana asesora de Nadine Heredia. Todo ello fuera del supuesto vínculo laboral de este con Ilan Heredia, hecho que el cuñadísimo rechazó vía carta notarial pero que merecerá el seguimiento de algunos parlamentarios y de la prensa.

Ante esto, un líder no debería responder simplemente frunciendo el ceño y recitando dos o tres adjetivos que, en la vida política actual, están más que devaluados. Si de verdad el Presidente y su corte de ayayeros -¡el cargo de asesor les quedó inmenso!-, si ellos, como aseguran, no tienen nada que ver con Álvarez ni sus operadores, lo menos que se espera es una explicación competente. ¡Y con mayor razón si se reacciona luego de 48 horas de publicadas las primeras sospechas! ¿Acaso nadie en Palacio puede redactar un comunicado mínimamente verosímil para intentar salvar la reputación del jefe del Estado? A tres años de su llegada al poder, todavía siguen aprendiendo.