El último fin de semana, en medio de la cuarentena y mientras la gente se contagia por miles y se muere por decenas cada día, al congresista Marco Verde, del partido de César Acuña, no se le ocurrió nada mejor que ponerse a beber licor en Oxapampa, Pasco, en una flagrante violación al estado de emergencia que todos los peruanos debemos respetar.

Mientras los miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía dan, literalmente, su vida para hacer cumplir el aislamiento social en medio de la pandemia, este señor congresista que supuestamente llegó al Congreso para mejorar el quehacer político luego del Parlamento anterior, se fue a beber con la familia, según ha admitido.

Este representante de la región Pasco debería ser sancionado con todo el rigor que la ley permita por su actitud irresponsable y hasta falta de solidaridad con quienes están luchando contra enfermedad, y con todos los que están padeciendo angustias y dolor en medio de esta tragedia.

Es de esperarse que una vez formada la Comisión de Ética Parlamentaria, el caso del congresista Verde sea uno de los primeros en ser analizado.