El sistema electoral peruano está marcado por la barrera electoral, un mecanismo que impide que los votos que no alcanzan el umbral necesario se traduzcan en representación congresal, lo que genera una preocupante falta de representatividad. En las Elecciones Generales de 2021, por ejemplo, 2.3 millones de votos —el 17.8% de los válidos— no se transformaron en escaños, debido a que 10 partidos no superaron la valla del 5% o los 7 congresistas exigidos. En 2020, con las Elecciones Congresales Extraordinarias, la situación fue aún más crítica: más de 4.6 millones de votos no lograron representación.
Aunque la barrera electoral busca evitar la atomización del Congreso, el sistema actual requiere ajustes. Una medida necesaria es modificar el artículo 191 de la Ley Orgánica de Elecciones (LOE), permitiendo la publicación de encuestas hasta 24 horas antes de los comicios. Esto facilitaría que los electores decidan con mayor información y elijan la opción más cercana a sus convicciones. Es decir, apostar por el voto útil o estratégico.
El Proyecto de Ley N.º 11275/2024, presentado esta semana por el congresista Edward Málaga, propone precisamente esa modificación. Sin embargo, su aplicación inmediata resulta inviable por la regla de intangibilidad normativa, vigente desde el pasado 12 de abril. Esta norma impide cambiar las reglas electorales a menos de un año de las elecciones generales.Aun así, esta reforma es un paso importante. Apostar por una actualización normativa como esta no solo fortalece el voto ciudadano, también contribuye a reducir la fragmentación política y a construir un sistema más funcional y representativo. La gobernabilidad se empieza a trabajar desde las reglas de juego.