No acepto la tesis que dice que el profesor de secundaria es menos capaz para evaluar cualitativamente alumnos que el de primaria. Eso es lo que parecen sostener quienes dicen que profesores de secundaria que aún no la aplican no están preparados para la evaluación cualitativa que propone el Minedu, para completar de una vez los tres grados faltantes para generalizar esa visión de aprendizaje. Eso permitiría migrar finalmente a una evaluación que retroalimenta el aprendizaje, a la tradicional numérica que etiqueta y condena al alumno.

Si le dicen a un alumno “tienes 14”, ¿de qué le sirve eso? ¿Qué le están diciendo respecto a lo que aprendió o lo que no logró? Absolutamente nada. Solo que está por debajo de quienes tienen 15 a 20 y por encima de los que tienen 13 o menos. En cambio, si le dijeran, por ejemplo “domina las operaciones matemáticas pero no logra interpretar adecuadamente los enunciados de los problemas para definir cómo resolverlos” le están dando una información cualitativa descriptiva y útil sobre lo que sabe y no sabe este alumno.

La evaluación numérica es heredera de una evaluación estandarizada que prescinde del entendimiento de las diferencias personales y los contextos específicos de aprendizaje.

Los alumnos de 2do de secundaria hoy ya han vivido con esa visión cualitativa desde primaria que resulta más beneficiosa para comprender qué aprendizajes están logrando y cuáles deben apuntalar, cosa que no se evidencia cuando simplemente se pone un número para intentar representar sus aprendizajes. Solo falta la pequeña minoría de 3ero. a 5to. de secundaria.