Gracias a que la Corriente de Humboldt se desplaza a lo largo de toda la costa peruana, tenemos uno de los cinco ecosistemas marinos más productivos del mundo; sin embargo, su gran volatilidad, reconocida por toda la comunidad científica, nos plantea enormes desafíos.

Quizás, el mayor reto es que a diferencia de otros países, en el Perú es necesario realizar un nivel de observación del ecosistema y de la biomasa mayores a los demás países. Ello ha quedado más que demostrado en esta temporada. Así, se han realizado más de 70 días de observación y evaluación del recurso anchoveta a través del crucero de investigación de verano, que coincidió con la llegada del ciclón Yaku y el Niño Costero.

En efecto, debido a la volatilidad del mar, desde el año 2014 todas las temporadas de pesca se han iniciado con una pesca exploratoria, toda vez que este instrumento permite confirmar si están dadas o no las condiciones para las actividades extractivas. Francois Gerlotto, destacado científico francés sostiene que “el mejor muestreo para las tallas de peces es el mismo barco de pesca” afirmación con la que coincidimos plenamente.

En este contexto de alta variabilidad ambiental, la realización de la pesca exploratoria fue más que oportuna, ya que determinó que aún no estaban dadas las condiciones para dar inicio a la temporada de pesca. Cabe destacar además, que a 3 días de iniciada la pesca exploratoria, la flota industrial asociada a la SNP, decidió -en aras de la sostenibilidad- parar sus actividades de investigación antes que PRODUCE la diera por concluida.

Ahora lo que toca es realizar una nueva investigación para ver si, como se prevé, mejoraron las condiciones oceanográficas y así definir la apertura de la temporada de pesca; tal como sucedió en el año 2016, cuando previamente al fenómeno del Niño Costero del 2017, la temporada inició recién a finales de junio. Para que ello ocurra, esperemos que soplen nuevos vientos.





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