“Que la muerte de nuestros niños no quede impune. Real Plaza-Intercorp hazte cargo”, “Real Plaza nunca más”, “Justicia”, “Autoridades ineptas, César Acuña, Mario Reyna, Diego Bazán, Adriana Tudela, Dina Boluarte, Congreso Corrupto”... Las pancartas y carteles en el frontis de Real Plaza de Trujillo eran mensajes como un puño.

El impacto emotivo resulta a veces más importante que la burocracia de un reclamo formal. Por eso la gente protesta. El objetivo es que se encuentre a los culpables de la desgracia en Trujillo . A niños y sus padres les cayó un techo, esperemos que a los responsables les caiga todo el peso de la ley.

Esperemos que las investigaciones no se conviertan en nudos de acusaciones y se alarguen hasta Dios sabe cuándo, como ocurre casi siempre en nuestro país.

Por lo pronto, voceros del Real Plaza y autoridades de la Municipalidad de Trujillo dan explicaciones que en vez de aclarar solo sirven para refugiarse de la lluvia de críticas.

Una infraestructura no se cae por sí sola, no es un accidente o es una coincidencia coyuntural. Los responsable son los representantes de Intercorp, pero también las autoridades que no fiscalizaron ni garantizaron seguridad. recién lo están haciendo en todo el país. No es posible que el Real Plaza de Trujillo tenga certificado de Inspección Técnica de Seguridad (ITSE) vigente y el techo se caiga, generando muertos y heridos. Es evidente que no anteponen los intereses de la sociedad a los del negocio.

Culpables también son los congresistas que promovieron leyes para impedir el cierre del Real Plaza de Trujillo y para que se inspeccione los centros comerciales cada 10 años o incluso de manera indeterminada. Todo mal.