A 22 días de las elecciones generales en el país, conviene leer la dotadisima nueva obra -van 31 libros- de Raúl Chanamé Orbe, mayor publicista del Perú, intitulada “LA UTOPÍA DE LA DEMOCRACIA: HISTORIA DEL SUFRAGIO EN EL PERÚ (1808-1933)”. Nuestro proceso político bicentenario, que heredó las prácticas europeas, fue construido desde luego con los aportes de nuestros esforzados criollos después de sufrir el desdén de los peninsulares, valorando progresiva e intensamente, a la tierra que los vio nacer: la célebre “Carta a los Españoles Americanos” (1791) de Juan Pablo Viscardo y Guzmán, primero, y la Sociedad Amantes del País (1792), después, fueron decisivas en sus miradas políticas del suelo americano. Lo anterior debe comprenderse como parte de nuestra historia política, que es lo que en este libro del reconocido jurista sanmarquino y hasta hace poco tiempo Miembro Titular del Jurado Nacional de Elecciones - JNE, ha sido desarrollado en sus 398 páginas, mostrando de modo relevante el posterior proceso electoral republicano del Perú, dominantemente en la primera centuria de nuestra vida independiente y hasta 1933. Para Chanamé, exdecano del Ilustre Colegio de Abogados de Lima (2012-2013), resultará imprescindible comprender la historia electoral en el Perú, siempre pegada a la génesis y desarrollo constitucional que nos ha tocado en los 200 años que llevamos de vida soberana, una vez desencadenados de España. Por eso, Chanamé, eximio investigador constitucional, nos recuerda el imprescindible punto de partida de las Constituciones de Bayona (1808) y de Cádiz (1812), sancionadas en la Europa revuelta por el influjo napoleónico que cambió la geopolítica del viejo continente en las primeras décadas del siglo XIX y de cuyo impacto América fue inevitablemente influenciada. Su realismo de nuestra precaria aprehensión política lo lleva a mostrar las pugnas por el poder -lo llama “La difícil transición electoral”, desde el militarismo hasta la emersión del civilismo donde el sufragio fue de élites o de pocos. Luego de abordar los aportes y debates doctrinarios del asunto electoral, el erudito Chanamé, llega, finalmente, hasta los tiempos de la barbarie política en cuyo marco fue creado el JNE en 1931.