La presidenta del Tribunal Constitucional (TC), Marianella Ledesma, propuso el recorte de sueldo de los funcionarios mientras dure la emergencia nacional por el coronavirus. Uno de los que ha reaccionado a favor de la propuesta es el congresista Edgar Alarcón, quien anunció que cederá el 30% de su sueldo y pidió que se sumen a la cruzada a sus colegas, ministros, autoridades del BCR, Poder Judicial y Fiscalía, entre otros.

Pese a que algunos han cuestionado la iniciativa tildándola de populista, simbólica y hasta demagógica porque no soluciona nada, es evidente que un gesto de solidaridad siempre suma. Que se cumpla lo planteado por la titular del TC implica el compromiso total no solo de los funcionarios públicos sino también de la clase política, sobre la base de un acuerdo uniforme. Lo más importante es el consenso para concretar la idea y que todo no quede en una arbitrariedad.

En Argentina los diputados tendrán un recorte del 40% de sus sueldos y en España algunos congresistas ya anunciaron que también bajarán sus salarios. En un mundo en el que los trabajadores pierden sus empleos, los más pobres sufren para conseguir alimentos, las inversiones pública y privada caen, la economía entra en recesión, se necesitan construir espacios para ayudar a los que más necesitan y el desprendimiento a favor de ellos siempre es una buena causa.