La crisis sanitaria que enfrentamos a causa del COVID-19 resultó ser también un shock económico para el cual ni los gobiernos, ni las empresas y tampoco los ciudadanos estábamos preparados.

Sin embargo, este periodo de cuarentena nos ha servido para valorar ciertas cosas que dábamos por sentadas, como la familia, los amigos pero también nuestro modelo económico, que gracias a su férrea disciplina fiscal y el aporte de sectores estrategicos como la pesca, nos ha permitido hasta hoy hacerle frente a este virus.

En este escenario, y más aún con la advertencia de la OIT respecto a que esta pandemia pondría en riesgo 24 millones de empleos a nivel mundial, es necesario que sectores que por su naturaleza puedan reactivarse de inmediato con estrictos protocolos sanitarios, lo hagan cuanto antes a fin de evitar que tras la pandemia enfrentemos una recesión sin precedentes.

Somos unos convencidos que la pesca industrial debería ser uno de esos sectores. Un dato importante que abona en este sentido es que el sector pesquero, al estar dentro del rubro de alimentos, ha seguido operando con protocolos estrictos de sanidad que han permitido que en estos 40 días la tasa de casos de contagio sea de 0. 07%.

Esta evidencia es la que nos permite afirmar que estamos listos para poder aportar a la reactivación del país, en un contexto donde la pesca aporta durante los meses que opera más del 20% del PBI. Asi, en una economía donde el PBI mensual puede llegar por efectos del coronavirus a cifras negativas, la pesca con su efecto multiplicador puede revertir esta tendencia y marcarla en positivo.

Estamos listos para regresar al futuro con fuerza y con ganas. El Peru está primero.