Rosa "Vergüenza" Bartra
Rosa "Vergüenza" Bartra

Me pregunto si Rosa Bartra puede salir a la calle y sonreír, saludar a los suyos y regalarle un risueño gesto como si nada hubiese pasado. Después de ese papelón inenarrable, de ese ridículo descomunal, de esa mentira baja y desvergonzada en el set de Radio Programas del Perú, me preguntó ¿aún le queda cara para sonreírle a todos como si nada, para ir por la vida pregonando discursitos?

En la semana que pasó doña Rosa Bartra fue tendencia nacional en las redes sociales. Su indignación y su furia ampulosas ante la periodista Patricia del Río (¡a quien llamó, justamente, mentirosa!), su lectura de las conclusiones de la Comisión Lava Jato mencionando el nombre de Alan García sin estar allí escrito, fueron el hazmerreír, la burla y también la indignación de muchos en el país. No se podía ser tan mentiroso en radio nacional y repetida esa mentira alucinante una y otra vez en videos y audios virales. No, señora Bartra, usted hizo algo sin nombre. Algo que debería avergonzarla por años. Y si no le avergüenza eso a usted, pues al menos vea a los suyos: estoy seguro que no lo toman con frescura.

¿Qué se creyó esta señora? ¿Que sus berrinches, sus malas formas, su agria expresión y su soberbia altisonante nunca le pasarían factura? No, no iba a ser así. ¿Pensó acaso que tenía carta libre para burlarle de su región y del país? ¿Qué le pasaba por la cabeza cuando se puso a mentir a gritos en el set de RPP?

Rosa Bartra tiene un problema, y no es broma. Porque lo visto no es normal. No es la única, por supuesto. Pero ella se ha convertido ahora en el ejemplo perfecto de lo peor que uno puede presenciar en un político, en una persona a la que se le ha otorgado poder. Hay una suma de desequilibrios expuestos, tanto en lo psíquico como en lo moral. Esta señora es un peligro latente para un cargo de esta naturaleza. Y creo que gran parte de la labor que queda es evitar que este tipo de gente, sea del partido que fuere, vuelva a detentar el poder.