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Movida más que nunca acaba esta semana en el país, debido a los choques que continúan entre el Ejecutivo y el Legislativo, los cuales elevan el ruido político y comienzan a pasar factura al sector económico, en especial a las inversiones privadas que tanto se requieren para enfrentar los niveles de pobreza en la población.

Ello fue advertido, durante las últimas horas, por diferentes representantes de organizaciones como el Instituto Peruano de Economía, la Confiep, la SNI, Moody’s, entre otras, quienes precisan: “Lo más probable es que la inversión privada se resienta, así como la generación de empleos; por tanto, bajará el consumo y los ingresos del Estado por una menor recaudación tributaria”.

Esa es una premisa que debe ser valorada por los representantes de estos dos poderes del Estado, puesto que por sus certeros ataques ya se comienza a sentir el enfriamiento en la economía nacional, situación que puede pasar una factura de mayor dimensión en el segundo semestre de este año o en el 2020.

Incluso la titular de la Confiep, María Isabel León, refirió a Correo que los capitales privados suelen ponerse en “salmuera” (stand by) hasta que se estabilice el ruido político, que definitivamente afecta el grado de confianza.

Preocupa este enrarecido ambiente político, sobre todo por lo que sucede en el interior del país, donde importantes proyectos de inversión siguen paralizados y trabados, las oportunidades de empleo se reducen y se pueden activar nuevos conflictos sociales.

El país no puede ni debe parar por todo este ruido.

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