Contra algunas voces catastrofistas, que no faltan todos los años con diferentes pretextos para pedir postergación de clases, se iniciaron las clases escolares. El 1 y el 4 de marzo en los colegios privados, así como el 11-ayer mayoritariamente- en los planteles públicos. Los niños, niñas y adolescentes volvieron a sus aulas para recibir clases con entusiasmo, a pesar de las dificultades en las condiciones básicas de calidad en muchos locales estatales. Esto es un logro del ministerio de Educación, contra algunas reticencias presentadas por gobiernos regionales, pero con el favorable apoyo de los padres de familia, municipios, ejército, comunidades educativas, etc.
Los alumnos se rencuentran con sus compañeros en las aulas y los recreos para vivir experiencias sociales generándose vínculos afectivos positivos, juegos aleccionadores y amistades significativas. Es el momento -desde el comienzo del año- de evitar el bullying, las faltas de disciplina, las discriminaciones. Más bien fomentar la tolerancia, la autoestima y la valoración mutua.
Hay que identificar diagnósticamente los aprendizajes previos del grado anterior en las diferentes áreas curriculares para que, a partir de estas competencias, capacidades y valores logrados, se construyan significativamente los nuevos saberes comunicacionales, matemáticos, científicos-naturales, ciudadanos y cívicos, laborales, deportivos y artísticos en las diferentes clases.
Ciertamente que el encuentro en estos días tiene sus propias vivencias en inicial, primaria y secundaria, por las características de cada grupo etario. Por favor no llenen de tareas a sus estudiantes. Recíbanlos y trátenlos en un clima institucional confiable, motivador y alegre. Feliz año escolar 2024 a todos.