Las protestas contra le ley de promoción agraria se extendieron ayer al norte del país. Esto no solo ha generado bloqueos de las principales carreteras del Perú y otras medidas de fuerza, sino también sucesos lamentables como la muerte de un manifestante en Virú, La Libertad.

El fatal desenlace ocurrió justo cuando la presidenta del Consejo de Ministros, Violeta Bermúdez, se presentaba ante el Congreso y ponía énfasis en una propuesta para derogar el régimen laboral agrario e implementar un plan para inspecciones laborales en las empresas agroexportadoras. Es obvio que ante esta grave situación, una de las prioridades debe ser investigar la muerte del trabajador agrícola y poner toda la atención en solucionar la demanda de los manifestantes.

El presidente Francisco Sagasti dijo que se investigará “qué fue lo que sucedió, no queremos que nadie muera por defender sus derechos laborales”. Esperamos que estos buenos deseos se conviertan en algo concreto. Es momento de restablecer un espacio de acción para que sea posible un nivel de respuesta eficaz ante la convulsión en el interior del país. No debe haber lugar para la demagogia ni la indolencia.

En buena hora que el Congreso haya dado muestras de buen tino y madurez política, al suspender el debate para el voto de investidura al gabinete de Violeta Bermúdez, con el fin que concentre sus esfuerzos en la solución de los álgidos problemas en Ica y La Libertad. “Necesitamos a los ministros en las regiones y no en esta burbuja que es el Congreso”, dijo el parlamentario César Combina, resumiendo la voluntad del Legislativo.

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