La palabra gradual ha dominado el mensaje de ayer del presidente Martín Vizcarra. Ha puesto énfasis cuando informó que el aislamiento social será hasta el 12 de abril, pero que habrá un programa gradual para volver a la normalidad. También anunció que las clases en los colegios se iniciarán el 6 de abril de forma virtual y desde el 4 de mayo de manera presencial, pero gradualmente. Si bien es cierto no dio detalles concretos sobre los pasos a seguir, es importante que se tenga claro que no se tomarán medidas precipitadas luego del fin de la cuarentena.

Es evidente que el Gobierno busca encontrar soluciones para ponerse a tono con las expectativas de la población. Es obvio que en materia de Educación, la decisión que se impartan clases virtuales requiere que los alumnos tengan buenos equipos. Si bien es cierto, es una respuesta pragmática y acorde con el interés de la gente, hay problemas técnicos que se han planteado y que merecen toda la atención. En todo caso, intentar con cumplir esta medida podría darnos pruebas importantes del rumbo del país en estos tiempos de coronavirus. Además será crucial para el proceso de aprendizaje de los escolares para toda su vida. Como dijo un pensador: “Los años de la niñez son algo así como el cemento fresco: las marcas que pasan por allí quedan para siempre y no pueden borrarse”