Estos últimos días parecen ser de los más críticos para el gobierno del presidente Martín Vizcarra desde que el coronavirus se reportó por primera vez en nuestro país, pues les han saltado a la cara situaciones que han hecho ver la precariedad con que se manejan algunos asuntos en el Poder Ejecutivo, por más que el mandatario culpe a otros –como hizo ayer– y trate de aparentar que todo está bajo control durante sus exposiciones al país que inicialmente eran diarias.

Primero estalló la crisis en el Ministerio del Interior por las raterías detectadas en las compras de alimentos e implementos de seguridad para el personal policial. Fue necesaria la salida de Carlos Morán de la cabeza del sector y el retiro del comandante general de la PNP. La fiscalía ya intervino y se ha anunciado la remoción de varios generales. No era pues, que el cambio de ministro se debía a “motivos personales”, como señaló el premier Vicente Zeballos.

Más tarde vimos las idas y venidas del gobierno respecto al pretendido “impuesto de solidaridad” para quienes ganen por planilla más de diez mil soles. Se dijo que se pediría al Congreso facultades legislativas para tal fin, pero dos días después el presidente Vizcarra indicó que la propuesta, muy duramente criticada por la mayoría de economistas, ni siquiera ha sido evaluada. Sin duda, este nuevo tributo tiene más tinte político que técnico.

Pero vendrían más remezones. El lunes hubo un motín el penal “Miguel Castro Castro” que costó la vida de nueve reclusos, mientras en provincias las aguas están movidas por las condiciones de reclusión que impiden evitar el contagio del COVID-19, principalmente a causa de hacinamiento. Al día siguiente, una investigación de IDL Reporteros echó sombras sobre la veracidad de las cifras de muertos por la epidemia que muestra a diario el gobierno.

En medio de esta tragedia que a diario se lleva entre 30 y 50 peruanos, el país necesita calma y estabilidad al menos política, pues es en Palacio de Gobierno donde se traza el rumbo por donde avanza el Perú. Es necesario ajustar clavijas en el manejo de esta situación que pone a pruebas a todos. Un buen primer paso debe ser la sinceridad y el dejar de lado la politiquería y el estar pensando en las encuestas y la aceptación popular.