Sexo seguro
Sexo seguro

Quienes tienen problemas de salud como sobrepeso o enfermedades crónicas (hipertensión, diabetes o afecciones al corazón), o sus parejas las sufren, creen que disfrutar del sexo es difícil, pues los malestares propios de su padecimiento disminuyen su libido y los indispone para disfrutar su sexualidad. Pero no tiene que ser así.

Para llevar una vida sexual plena es preciso conocer y aceptar nuestro cuerpo tal como es, saber cuáles son nuestras limitaciones e identificar nuestras fortalezas. Solo así sabremos qué hacer y qué evitar en la intimidad.

Por ejemplo, en casos de sobrepeso, definitivamente no existirá la agilidad suficiente para experimentar posturas acrobáticas, incluso el clásico misionero será imposible de realizar. Pero existen otras poses perfectas para los amantes con exceso de carnes. La del perrito, la romántica cucharita, la sorpresa o el sometido son alternativas para poner en práctica. Usar almohadas debajo de la pelvis también facilitará la penetración.

En las mujeres diabéticas, la sequedad vaginal es consecuencia de su enfermedad. Para revertir esta situación, un lubricante a base de agua facilitará el coito. Los hombres diabéticos podrían tener problemas de erección. En esos casos, lo mejor es consultar con el médico.

Se cree que quienes sufren afecciones cardiacas, no pueden tener emociones fuertes, el sexo entre ellas. Esto es falso. Ellos pueden llevar una vida sexual normal. Si mantienen su estado de salud bajo control médico, la intimidad no tiene por qué verse afectada.

Una ducha caliente antes del acto sexual, poner más atención a las caricias o darse un masaje como parte de los juegos previos ayudarán a crear el ambiente propicio para la intimidad. Busque la posición que le sea más cómoda y goce sin temores.

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