Shock pro inversión
Shock pro inversión

En su última entrevista televisiva, el presidente Humala dio a entender (lamentablemente) que el crecimiento del país no era una preocupación central del Gobierno. O por lo menos, como lo dijimos acá, no transmitió esa sensación (atribuyó todo al entorno internacional y dijo que localmente se venían tomando acciones en torno al tema de la "permisología").

El problema es que ya en abril el crecimiento del PBI estará muy cerca del 3%, y pese a que en el segundo semestre tanto el MEF como el BCR confían en una recuperación liderada básicamente por el sector minero, la meta anual del 5.5% que todo el mundo proyecta, es casi una entelequia.

El ministro Castilla, consciente de que el bajón está más cerca que lejos, ha anunciado un próximo paquete de medidas para apuntalar el crecimiento que, imaginamos, irá en el sentido de acelerar la eliminación de trabas para proyectos de inversión, sobre todo en el rubro minero-energético e infraestructura.

Ojalá que el próximo anuncio del MEF sea lo suficientemente asertivo. Ello supone tres cosas. Audacia y voluntad política para lograr velocidad en determinados proyectos (como la que ha exhibido el Gobierno en el caso de Talara), asegurar mínimos socioambientales (alineamiento con el Minam) y transparencia en la parte técnica (lo que acaba de revelar un diario con respecto a las expropiaciones para el caso de la Línea 2 del Metro y un ramal de la 4 es muy muy grave).

Quienes piensan que cumplir los tres elementos antes señalados en forma simultánea, rápidamente y sin corrupción de por medio es imposible de lograr, están completamente equivocados. Voluntad de hacer las cosas bien y en forma oportuna, además de no pretender ser "más papistas que el Papa" (en cuanto a permisología), son las dos condiciones esenciales.