En 1992 los terroristas del Partido Comunista del Perú – SL creían haber conseguido el “equilibrio estratégico” en su demencial guerra contra el Estado y la sociedad peruana, y se disponían a iniciar la siguiente etapa denominada “ofensiva estratégica” mediante la cual, conquistarían el poder, instaurando la “República de Nueva Democracia” con la que someterían a la nación al comunismo más férreo. Esto finalmente no ocurrió porque las fuerzas del orden del gobierno de Alberto Fujimori los derrotaron militarmente y capturaron a su líder Abimael Guzmán.

Veintinueve años después de esos sucesos, el país entero percibe con estupor que aquello que los comunistas de SL no pudieron conseguir mediante las armas, hoy, pueden conseguirlo a través de las urnas. ¿Cómo ha llegado a pasar esto? ¿Cuáles son las razones que han contribuido para que el partido Perú Libre esté disputando la segunda vuelta electoral pese a compartir la misma ideología marxista, leninista, maoísta (es decir, comunistas) con Sendero Luminoso, con quienes tienen evidentes vínculos ampliamente conocidos por la población?

Atribuir su causa solo a la pobreza en la que aún pervive un amplio sector de la población, agudizada por la pandemia del COVID-19, no es suficiente. Lo que ha contribuido en forma determinante han sido la constante persecución política al fujimorismo, y persistente satanización de Alberto Fujimori y de Keiko Fujimori, por parte de políticos que sí estuvieron comprometidos realmente en casos de corrupción, y azuzados durante años por una prensa irresponsable e interesada que ha creado un estigma, absolutamente injustificado, en contra de ellos. Ahora, que el fujimorismo es la única fuerza política capaz de evitar el descalabro que sería para el país que un partido marxista llegue al poder, eluden su responsabilidad de habernos conducido a esta ominosa situación.

El próximo domingo está en tus manos, peruano, decidir qué destino quieres para nuestro país: empujarnos al despeñadero social, económico y moral que significa que el comunismo llegue al poder –para no soltarlo jamás– con el candidato Pedro Castillo, o salir adelante con las medidas absolutamente realistas propuestas por Keiko Fujimori para remontar esta crisis que nos agobia a todos. Ten presente este mensaje a la hora de votar: Si eliges mal, no hay vuelta atrás.