El Gobierno levantó la cuarentena en Lima y en las provincias con nivel de riesgo extremo. Por supuesto, se reactivarán algunas actividades económicas, tal como muchos ciudadanos pedían, incluso con movilizaciones. En medio de una crisis sin precedentes, gran número de peruanos se quedó sin posibilidad de guardar paciencia. En esa situación, es natural que presione y se lance contra el Gobierno exigiendo que se revierta la medida de la inmovilización social obligatoria. A este clamor se han sumado varios candidatos a la presidencia que tienen como estrategia transformar este reclamo en un activo electoral para ellos. También hay políticos que alzaron su voz contra la cuarentena, incluso muchos que han sido parte gobiernos que dejaron el sistema de salud en el abandono, con resultados catastróficos.

Afrontamos una durísima realidad. No hay camas UCI, escasea el oxígeno medicinal y las vacunas no llegarían al ritmo de lo que se prometió. Además, crece el número de contagiados y fallecidos en el país. Solo queda ser responsables y cuidarnos. Por otra parte, el Gobierno debe realizar las medidas adecuadas para superar este momento tan terrible. Ante un estado de inseguridad generalizada, el Ejecutivo no puede andar a tientas. Es cierto que para cumplir esa tarea necesita tranquilidad y mucho apoyo, pero primero necesita planes convincentes.