A propósito de la emergencia mundial por el coronavirus, muchos han recordado como se minimizaba esta pandemia. Aquí una de las frases más resonantes de líderes políticos universales:

“Es solo una persona que vino de China y lo tenemos bajo control. Todo va a estar bien”, dijo el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el 22 de enero.

“Es apenas una pequeña gripe”, expresó días después el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.

“No es nada más que una psicosis, hay que ir a saunas y beber vodka como medidas para combatir el virus”, manifestó el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko.

“Si pueden hacerlo y tienen posibilidad económica, pues sigan llevando a la familia a comer a los restaurantes”, precisó el presidente de México, Manuel López Obrador.

“Estaba en un hospital la otra noche, donde creo que había pacientes con coronavirus y les estaba estrechando la mano a todos”, reveló el primer ministro británico Boris Johnson el 3 de marzo. Días después estaba en cuidados intensivos por esta enfermedad.

Subestimar el coronavirus ha traído graves consecuencias. En nuestro país también han menospreciado las secuelas fatales de este mal y la crisis que desencadena en el mundo. Por eso tanta gente en las calles sin respetar la cuarentena, sin cumplir las medidas y hasta burlándose de ellas. Esta actitud no nos ayudará a contener el virus y por el contrario, coadyuvará a que se desarrolle imparable. hay que ser responsables.