Ante la situación que se vive en el Ministerio Público, en que la politización y la ineficiencia de muchos de sus integrantes, sumado al pésimo trabajo realizado por la anterior Junta Nacional de Justicia (JNJ), han llevado a que hoy no se sepa a quién le corresponde ser fiscal de la Nación, qué puede esperar el peruano de a pie en la lucha contra la criminalidad que tiene como uno de sus puntales a la institución que hoy navega a la deriva.

La actual JNJ ha repuesto a Patricia Benavides en el cargo de fiscal de la Nación, por considerar que fue destituida por la anterior JNJ sin seguir el debido proceso. En teoría a partir de hoy tendría que relevar a Delia Espinoza. De otro lado, el Ministerio Público tendría que reponer en el cargo de fiscal supremo Tomás Gálvez, por disposición del Tribunal Constitucional. Todo de cabeza.

No hay duda que el Ministerio Público está en la peor crisis de su historia de más de 40 años, todo por la politización de sus miembros más prominentes, y la infiltración de fuerzas oscuras que articulan intereses nada claros.

Mientras tanto, ¿dónde queda el ciudadano que exige un Ministerio Público profesional, eficiente y despolitizado para luchar contra la criminalidad y la corrupción?

No hay duda que el Ministerio Público tiene que ser reformado, empezando por la Junta de Fiscales Supremos que tiene a un miembro más cuestionado que el otro. Ninguno se salva, ni siquiera los que hoy tendrían que ser reincorporados. Urge cambiarlo todo.