Felicito al Consejo Nacional de Educación (CNE), al Sindicato Unitario de Trabajadores de la Educación del Perú (SUTEP) y a la Defensoría del Pueblo, así como a varios voceros educativos que se han pronunciado sobre la importancia de fortalecer la escuela pública con “más y mejores horas de estudio en el año lectivo 2025” con condiciones básicas de calidad; como por ejemplo, que la infraestructura de los 54,000 locales estatales tengan como mínimo un mantenimiento oportuno y efectivo .

No obstante, no entiendo por qué algunos directores regionales no solo no dicen su palabra explicita sobre la importancia de tener un buen año escolar a pocas semanas de su inicio, sino que hasta esperarían que las clases comiencen lo más tarde posible y que todo lo resuelvan el Minedu y el Gobierno Central. Ni hablar de las Comisiones de Educación y de Presupuesto del Congreso, que no ponen fuerza en lograr un mayor presupuesto para resolver los problemas educativos.

Soy testigo cuando fui viceministro y ministro que las Fuerzas Armadas, si son convocadas, contribuyen decididamente en la mejora de la infraestructura escolar. Doy fe que el 2018, con el ministro de Defensa se ejecutó un plan para arreglar 5 mil locales. También pude observar como funcionario que autoridades descentralizadas –pocas, por cierto– hubiesen preferido comenzar las clases en abril.

Esto debe ser materia de reflexión, pero sobre todo de acción. Por ello, reitero que el PRONIED, con el apoyo del Minedu y el gobierno, lidere una movilización nacional que incluya a los gobiernos regionales, municipios, Fuerzas Armadas, empresas privadas, asociaciones de padres de familia y otros para el arreglo básico de la infraestructura. ¡Todos juntos por un buen año escolar 2025!