Es de esperarse que esta semana que se inicia, las carreteras del país tomadas por vándalos y delincuentes que para la izquierda son “luchadores sociales”, sean despejadas por la Policía Nacional con el apoyo de las Fuerzas Armadas, pues es inaceptable tener un país paralizado y a millones de personas que sufren el efecto de esta ilegal medida.

Los efectos de esto no lo están padeciendo Dina Boluarte ni “la derecha” ni los “grupos de poder”, sino gente de a pie que tiene que pagar más por un balón de gas o por gasolina para su vehículo, o que no encuentra alimentos en los mercados o ha tenido que limitar sus retiros de efectivo del Banco de la Nación porque no llega el dinero por culpa de los bloqueos.

Una cosa es protestar, y otra tomar carreteras y, en algunos casos, pedir cupos e instalar “peajes” para que los choferes afectados puedan pasar a cambio de dejar dinero.

El país entero debería respaldar a la Policía Nacional y a las Fuerzas Armadas en su trabajo de erradicación de los bloqueos. No se pueden permitir más situaciones como las vistas en la entrada norte de la ciudad de Ica, en que los agentes casi fueron masacrados por delincuentes que de manifestantes no tenían nada.

Si en el Perú existen las leyes y el principio de autoridad, los bloqueos de carreteras no deberían durar un día más, por más que no le guste a la izquierda violentista.