El reciente acceso al Acuerdo de Colaboración Eficaz entre el Equipo Lava Jato y Odebrecht, tras años de secretismo, marca un hito en la lucha por la transparencia en el Perú. Gracias al habeas data impulsado por Phillip Butters y su abogado Wilber Medina, el país podrá conocer los detalles de un pacto que perdonó una deuda tributaria de S/1,000 millones y facilitó la liberación de responsabilidades a altos ejecutivos brasileños.

La actuación de los fiscales Rafael Vela y José Domingo Pérez, junto con el exprocurador Jorge Ramírez, ha sido cuestionada por establecer condiciones que, bajo el pretexto de obtener información clave, generaron beneficios desproporcionados para Odebrecht. El pago de S/610 millones en 15 años como reparación civil, mientras se archivaban procesos tributarios millonarios, plantea dudas sobre la equidad y legalidad de este acuerdo.

El fallo del Tribunal Constitucional que garantizó el acceso a este documento no solo reivindica el derecho ciudadano a la información pública, sino que sienta un precedente para futuros procesos de colaboración eficaz. El Perú merece respuestas claras: ¿Por qué se privilegió a una empresa corrupta sobre los intereses nacionales? Phillip Butters no solo ha defendido un derecho fundamental, sino que ha expuesto las fisuras de un sistema que aún necesita profundas reformas. La verdad sobre el acuerdo con Odebrecht ya no puede ocultarse. El Perú merece justicia, no pactos en la sombra.