Se encuentra en América Latina Su Santidad el papa Francisco. Lo hace en su condición de pastor universal de la Iglesia de Jesucristo y jefe del Estado Ciudad del Vaticano para visitar en Ecuador, Bolivia y Paraguay a unas 32 millones de personas en total.

Quisiera centrarme en lo segundo. El catolicismo es quizás la única religión que posee estatus jurídico con subjetividad internacional.

Por el edicto de Milán de 313 d.C., el emperador Constantino oficializa el cristianismo como religión de Roma.

Fue el comienzo del poder progresivo que alcanzó la Iglesia, y con ella los papas, en la historia de la sociedad internacional.

Años más tarde, luego del Concilio de Sardes del 344 d.C., es que comienza la diplomacia de la Santa Sede reconociendo al Pontífice el derecho de hacerse representar por legados que actúan en su nombre. Enseguida surgen los vicarios apostólicos u obispos que residían en las principales regiones o ciudades hasta que aparecen los nuncios apostólicos que fueron los verdaderos representantes diplomáticos del Papa en otros estados.

No olvidemos que durante la Edad Media la diplomacia fue un monopolio de la Iglesia y que solamente la pierde cuando se produce la Paz de Westfalia de 1648 en que tuvo que dar paso a la diplomacia laical; sin embargo, la Iglesia siempre estuvo aliada al poder monárquico. Richelieu, ícono de la diplomacia del siglo XVII, fue asesor del rey Luis XIV, que hacía llamarse “El Estado soy yo”.

El respeto a la gravitación internacional de la Iglesia y a la figura del Papa hizo que la República Italiana reconociera la soberanía estatal del Vaticano por el Tratado de Letrán de 1929.

Hoy la Iglesia mantiene relaciones diplomáticas con más de 170 países e instituciones en el mundo, ello explica el éxito de su efectiva actuación internacional arreglando conflictos.