Parecía una broma, pero no, era cierto. Ayer, el partido Alianza para el Progreso (APP), de propiedad de César Acuña, ha anunciado con bombos y platillos el retorno a sus filas nada más y nada menos que de… Wilfredo Oscorima, el actual gobernador de Ayacucho, un personaje de sobra cuestionado, con investigaciones abiertas por el caso Club de la Construcción y que meses atrás saltó a la luz por “prestar” relojes Rolex y costosas joyas a la presidenta Dina Boluarte.

Sí, pues. En momentos en que mucho se habla de llevar gente proba a las agrupaciones políticas para que sean de verdad representativas de los ciudadanos que están cansados de tanta gente cuestionada, sinvergüenzas y delincuentes que luego terminan en cargos públicos, al partido de Acuña no se le ocurre nada mejor que jalarse a Oscorima, al que sin duda ningún partido político que se respete y respete al elector, estaría interesado en convocar.

En verdad, no debería llamar la atención que Oscorima haya vuelto a APP, si se tiene en cuenta que, como he señalado muchas veces en este espacio, ese partido se ha caracterizado por hacer congresistas, gobernadores y alcaldes a gente que ha terminado presa, fugada o metida en serios escándalos. Allí están, por ejemplo, el general Edwin Donayre, el legislador preso por violación sexual, las “mochasueldos” o el actual presidente del Congreso, Alejandro Soto, el que no da la cara a los medios.

No olvidemos tampoco la sentencia condenatoria que se impuso al hermanísimo Humberto Acuña, en su momento gobernador de Lambayeque; y el caso de la Alcaldía de Trujillo en el período 2019-2022, en que el burgomaestre Daniel Marcelo Jacinto, de APP, se la pasó más tiempo prófugo de la justicia que trabajando en la municipalidad para hacer frente a los graves problemas que afronta la capital de la región La Libertad, donde la inseguridad, las extorsiones y el sicariato cobran vidas todos los días.

Si creíamos que luego de tanto escándalo, los líderes políticos y sus partidos iban a ser más selectivos al momento de reclutar militantes para más tarde lanzarlos a alguna candidatura, allí tienen a los Acuña y a APP aliándose con el “wayki” Oscorima, el que estuvo preso y nadie sabe cómo se salvó, al que le acaban de embargar propiedades por el caso Club de la Construcción y el que regala joyas a manos llenas a cambio de obras, según hipótesis del Ministerio Público. ¿Habrá salida para la crisis de las agrupaciones políticas?