Las dos únicas razones por las que perderá la reelección Donald Trump, son su pésimo carácter y la pandemia, y la única por la que sorprendería con una victoria, es el antiguo sistema de votación indirecta en EE.UU.  1° CARÁCTER: No he conocido un presidente estadounidense más conflictivo en la historia de este país (246 años) que Trump. Su capacidad de autoeliminación es impresionante. Se ha peleado hasta con los fantasmas de la Casa Blanca. Su ausencia de autocontrol ha desnudado la vulnerabilidad de su inteligencia emocional que lo ha hecho trizas. A nadie que le reiteren sus errores podría persistir en seguir cometiéndolos. Lo ha liquidado, despiadadamente, su actitud recalcitrante.2° PANDEMIA: Solo los cándidos podrían imputar a Trump la responsabilidad absoluta de que EE.UU. cuente 9,13 millones de contagiados y más de 230 mil muertos, las cifras más dramáticas registradas por un país en el planeta. Cualquiera que hubiera sido presidente, sea republicano o demócrata, no se habría librado de la ferocidad de la pandemia que no ha podido ser controlada por ningún país -las cifras de muertos en China (4634), el país donde se inició la enfermedad, siguen siendo un gran enigma-; sin embargo, hubiera podido mitigarla y sobre todo promover en la opinión pública el compromiso de su administración para combatir y erradicar al Covid-19. Es probable que lo haya querido pero siempre tendremos que repetir que en política no sólo hay que serlo sino también parecerlo. Resistiéndose a usar la mascarilla jamás pudo parecerlo y por eso fue convertido en fácil blanco de su rival, sin méritos propios para ser ungido presidente, y en piñata, por una opinión pública impactada el Covid-19; y, 3° VOTACIÓN INDIRECTA. El presidente de EE.UU. no es elegido directamente por los ciudadanos como en el Perú (Voto popular). Trump, con menos votos que Joe Biden, podría ganar la presidencia si consigue 270 o más miembros del colegio electoral, que son 538, tal como pasó en su victoria (306) sobre Hillary Clinton (232) en 2016. Clinton obtuvo 62,7 millones de votos (48%) y Trump 62,5 millones (46.1%), es decir, más de 2,5 millones y perdió. Veremos cómo termina todo.

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