A casi una semana del incendio que destruyó una galería comercial convertida en almacén en el Centro de Lima, las miradas han estado puestas en las autoridades municipales, comenzando por el alcalde capitalino Jorge Muñoz, quien sin duda tendrá que responder por estos hechos. El Congreso ayer ha hecho su trabajo y ha escuchado la exposición del burgomaestre.

Sin embargo, el alcalde no sería el único responsable.

Hasta el momento no se ha señalado a los propietarios o administradores del local, que se burlaron de las normas al hacer ampliaciones clandestinas con material inflamable. Está bien, la autoridad edil no supervisó, pero ¿dónde queda la responsabilidad de quienes por creer que podían hacer lo que les daba la gana, efectuaron ampliaciones clandestinas?

De igual forma, ¿dónde queda la responsabilidad del sector Interior y de la Policía Nacional que no presta apoyo para operativos cuando se le solicita? Por cada funcionario que no hace bien su trabajo al momento de supervisar, hay un privado que se ha burlado la ley, y eso también debe ser sancionado. Acá hay particulares que deben asumir su responsabilidad por el siniestro que ha dejado en evidencia, una vez más, que el Centro de Lima es una bomba de tiempo.

El Ministerio Público y el Congreso tiene que hacer una investigación integral y dar con las personas responsables de la galería siniestrada, así como con quienes iniciaron las llamas al activar, según las primeras pesquisas, fuegos artificiales en una zona donde hace 20 años hubo más de 300 muertos.

Acá hay varios responsables.