El Gobierno mostró carácter y realizó un operativo impecable para detener a importantes líderes del Movimiento por la Amnistía y Derechos Fundamentales (Movadef), vinculado a Sendero Luminoso, según la Policía Antiterrorista, que consiguió pruebas a partir de interceptaciones telefónicas, testimonios de colaboradores eficaces y documentos contundentes.

El Movadef es un grupo con demasiado arsenal para creer que no tiene ánimo bélico. Sus militantes se consideran seguidores de la doctrina marxista-leninista-maoísta, pensamiento Gonzalo, una mención edulcorada para no autodenominarse senderistas. Además, a los terroristas no los llaman como son sino "alzados en armas".

Quisieron aparentar que no tienen vinculación con el terrorismo con una imagen poco agresiva y conciliadora, sin estridencias, sin dejar cadáveres en el recorrido, pero ya está comprobada su relación con el genocida más grande de nuestra historia, Abimael Guzmán.

Hay que relevar el buen trabajo del Gobierno que creó mecanismos para detener a estos dirigentes. Como se dice, nada ahuyenta más a una cucaracha que prender la luz. Se logró neutralizar a gente que tiene relación con ese grupo terrorista, que sigue siendo un propalador de apocalipsis. Nuestras autoridades sabían que no podían desperdiciar los golpes, que debían ser absolutamente certeros y lo lograron.

Nadie quiere volver a los tiempos en que Sendero Luminoso se lanzó a una carrera sin sentido hacia la muerte, arrastrando a todo el país. Por eso, esta medida de neutralizar a los cabecillas del Movadef debe tener el respaldo de la gente.