Mientras músicos, cantantes, actores, e integrantes de populares agrupaciones, salieron a las calles por segunda vez para pedir a las autoridades medidas efectivas para combatir la delincuencia en nuestro país, en un mundo paralelo, en aquel de lo viral y las redes, lo supuestamente trascendente va por otro lado. En el reino de los influencers y de los videopodcast, que convierten en celebridades a gente que no tiene ningún mérito para serlo, y en tendencia situaciones y escenarios que antes solo quedaban en el entorno del “raje de los patas”; la noticia del momento es lo que le sucedió a Laura Spoya con un grupo de influencers de moda en un viaje que organizó al Cusco una importante marca. La exreina de belleza contó en el podcast Good Time, que un grupo de creadoras de contenido a la que llamó, las “mean girls” la hicieron sentir mal porque criticaron su “outfit” por usar un color chillón arruinando así la foto del grupo en Machu Picchu. El país se desangra por las extorsiones, la corrupción y los asesinatos, y debido a esta “afrenta al buen gusto” de la Spoya, comentarios de influencers que denotan clasismo puro e intrascendencia, son la tendencia en redes y plataformas, que hasta ha generado sendos comunicados y desmentidos. La cereza del pastel, o mejor dicho, otro rebote de contenido de un podcast que también hace las delicias de quienes buscan visitas y el tan ansiado “clickbait”, es la burla de un influencer sobre unas declaraciones del chef Giacomo Bocchio a Gisela Valcárcel. El exintegrante de “El Gran Chef Famosos”, contó que en alguna oportunidad él se negó a participar de una edición dedicada al Halloween, porque no comparte esa fiesta a la que considera contraria a su creencia religiosa. “Yo realmente me sentí que estaba viendo ‘El Ángelus’, yo estaba viendo a la Jesús y la Virgen María”, dijo el comunicador, con un tonito de burla y superioridad tan de mal gusto, que no aportó nada a su comentario. Una cosa es criticar al cocinero cuando dice que: “no se le dar derechos a la comunidad trans quitándosele a otros”, que si puede generar una respuesta contundente respecto a lo que significan los derechos de las minorías, y otra cosa muy distinta es mofarse de su fe y de lo que cree. En fin, siempre autorregularse será lo mejor para que este mundo virtual no se convierta en el del todo vale... y estamos en camino.