Sería un grave error si la presidenta Dina Boluarte y sus ministros no se dan cuenta de la magnitud del paro de transportistas llevado a cabo ayer, e insisten en afirmar que desde el “cuarto de guerra” están haciendo retroceder a la criminalidad, que todo es cuento de la prensa y de ciertos “traidores a la patria”, que sacando a la tropa van a dar tranquilidad a las calles y que promoviendo la pena de muerte la gente podrá salir a las calles sin que la maten o le roben el teléfono celular.

Es verdad que los alarmantes índices de violencia vienen desde muchos años atrás, como ha señalado la mandataria. Varios exministros y exjefes policiales que hoy hablan como “expertos”, tienen responsabilidad por la situación. Lo mismo va para antiguas autoridades del Poder Judicial y el Ministerio Público que nada han hecho contra esos fiscales y jueces cómplices que por años han liberado a peligrosos delincuentes. Desde inicios de siglo eso ha sido una constante, por ejemplo, en Trujillo. Allí están los resultados.

De haberse tomado medidas contra la criminalidad en el momento oportuno, y de haber sido más rigurosos con los filtros frente a la masiva llegada de inmigrantes venezolanos, hoy la situación sería muy diferente. Si se hubieran levantado penales cuando las cifras de criminalidad iban en aumento año tras año, hoy no habría hacinamiento ni carencia de espacios para recluir a los delincuentes.

Sin embargo, también es cierto que hoy le ha tocado a la presidenta Boluarte hacer frente a la agudización de esta situación de violencia que no es una percepción. Todas las semanas, todos los días disparan contra unidades de transporte público y hasta matan a sus conductores. Eso no es un invento para sabotear al régimen que además se sabotea solo. Es una realidad y por eso ayer han parado los choferes y cobradores que están hartos de exponer sus vidas si se niegan a pagar cupos a delincuentes.

El paro de ayer ha sido contundente, así como la indignación de los ciudadanos que están cansados de los criminales y de la inacción que viene de mucho tiempo atrás. Ayer las críticas se han centrado en el Poder Ejecutivo y en el Legislativo, pero acá también tienen mucho que ver el Ministerio Público y el Poder Judicial, esas grandes coladeras politizadas que se han hecho famosas por liberar a varios de los criminales que hoy están robando y matando. ¿Les harán también un plantón en sus sedes?

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