Recientemente el Poder Ejecutivo aprobó la “Hoja de Ruta hacia una Economía Circular en el Sector Industria”, con el objetivo de que los agentes económicos privados pasen de un modelo lineal de producción a un modelo cíclico denominado economía circular.

Al respecto, la industria pesquera -anticipándose a esta regulación- desde hace varios años va dando pasos firmes en esa línea, de manera proactiva y voluntaria. Así, una muestra de economía circular, es que para producir 1TM de harina de pescado, solo se utiliza en promedio 4.2 TM de anchoveta, en lugar de 6TM que se usaban en el pasado. Ello se ha logrado porque se recupera el 100% de la sanguaza, agua de cola, así como aceites y grasas. Estos productos que antes se desechaban, hoy se reutilizan por completo.

Otro ejemplo de economía circular es el sistema de secado a vapor que se utiliza en el proceso de harina de pescado. Esta tecnología permite que los gases calientes que se producen en dicho proceso se utilicen como energía, con lo que se reduce en 25% el uso de combustibles fósiles, lo que a su vez implica menos gases de efecto invernadero.

Asimismo, cada planta pesquera cuenta con un sistema de tratamiento de aguas residuales que les permite reutilizar el agua y atender el riego de sus áreas verdes y pistas sin asfaltar. Pero no solo eso, también se transforman los residuos provenientes de la limpieza de las plantas, los fondos de tanques y la harina de barrido, en un fertilizante de buena calidad denominado Aprocompost.

Como vemos, la industria pesquera peruana está un paso adelante y ha alcanzado estándares de eficiencia y economía circular comparables a las mejores plantas europeas. Nuestro reto, es ir por más.