Keiko Fujimori pidió perdón a los peruanos y solicitó una oportunidad para reivindicarse. Además reconoció errores del pasado. Creemos que hacer referencia al pasado es válido, siempre y cuando tenga proyección sobre el presente, cuando pueda explicarlo y aclararlo.

Este acto de reflexión y, para muchos, de contrición, refleja una acción necesaria de la candidata presidencial de Fuerza Popular, más allá de si gane o no la elección. Sin embargo, también proyecta un esfuerzo de aprendizaje.

Ante el hartazgo de la ciudadanía frente a las tantas promesas incumplidas y a los discursos llenos de odio, lugares comunes y demagogia, las palabras de Keiko Fujimori apuntan a la reconciliación de los peruanos, al menos con quien quieran creerle en un país libre. Ha comprendido que de las gravísimas crisis se sale no solo con nuevas propuestas políticas y económicas sino también sincerándose y pidiendo la unidad.

El mensaje de la campaña electoral de la lideresa de Fuerza Popular ha generado esperanza, pero eso no basta. Por eso, ha ido más allá y ha dicho que “en el pasado reciente mi partido y yo no estuvimos a la altura de las circunstancias”. Pase lo que pase este domingo, el país tiene la obligación de mantenerse vigilante. Los cheques en blancos no deben existir en política.