En sus primeras declaraciones luego del cambio de tres ministros, el premier Gustavo Adrianzén aseveró que se trató de “un refresco del Gabinete” conversado con la presidenta. También especificó que la salida de Teresa Hernández del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) es el primer paso para su eventual fusión con el de Desarrollo e Inclusión Social (Midis).

“En nuestro afán de beneficiar a las poblaciones vulnerables creemos que el desarrollo, crecimiento, expansión y consolidación de los programas sociales debería integrarse en una sola cabeza”, dijo a RPP.

Si esto finalmente se da, la primera presidenta de nuestra historia se valdrá de dos mujeres, las titulares del Midis y el MIMP, Leslie Urteaga y Fanny Montellanos, respectivamente; para desaparecer una cartera destinada a establecer políticas públicas para defender a las mujeres y a las poblaciones vulnerables en un país con altos índices de violencia contra este grupo poblacional.

Volviendo al cambio de ministros, la salida del vapuleado Julio Demartini del Midis y su cambio por una leal a la mandataria se entiende como una decisión política, pero cabe cuestionar ¿por qué se mantuvo a Juan Santiváñez cuya gestión en el Ministerio del Interior es un fracaso o es que su función en el Ejecutivo es otra?