El presidente Francisco Sagasti dijo anunció ayer la llegada del primer millón de vacunas a fin de mes y proyectó que a fin de año la mayoría de peruanos esté inmunizado. Una gran noticia que motiva y que probablemente genere el mejor de los ánimos en el inicio del 2021. Es además la dosis de optimismo necesario para afrontar con éxito los desafíos del futuro próximo y la ilusión renovada para superar esta crisis sanitaria y económica de difícil tránsito.

Sin embargo, sería bueno precisar que esta no es una solución inmediata a nuestra grave situación. No hay que bajar la guardia, hay que seguir cuidándose. Naciones como el Reino Unido y Estados Unidos han vacunado a alguna parte de su población, pero siguen en una situación de emergencia.

Lo dicho ayer por el Jefe de Estado es el primer paso para derrotar al coronavirus en nuestro país, pero aún queda un camino largo y duro por delante. Por ejemplo, resolver la logística para concretar una vacunación masiva. Hoy más que nunca se necesita un país unido y solidario. La clase política no pueden poner sus aspiraciones partidarias  por encima del interés común. Hay que gobernar y legislar a favor de la gente. Es la gran oportunidad para recuperar la confianza de los peruanos.