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La temprana eliminación de España en octavos de final de la Eurocopa puso fin a una etapa de hegemonía ibérica en Europa, de la misma forma que la última derrota de la Alemania de Joachim Löw ante Francia marca la primera debacle bávara luego del fantástico Mundial Brasil 2014. Los dos principales favoritos para hacerse de la Eurocopa que hoy culmina quedaron en el camino, y hoy curan sus heridas en casa intentando explicar las razones del fracaso.

En su lugar, Francia y Portugal serán las selecciones que definirán al nuevo monarca de Europa. Y aunque ninguno de los dos equipos ha hecho hasta aquí un torneo brillante, han sabido utilizar sus armas para llegar al último partido con vida y la ilusión de levantar la copa.

Francia es el natural favorito, en parte por ser la selección anfitriona y contar con el apoyo de las tribunas, y en parte por el rendimiento del equipo en los últimos dos partidos. Ante Gales y Alemania, el cuadro de Didier Deschamps se mostró equilibrado y solidario, con gran orden defensivo y mucho vértigo a la hora de atacar. Con un Lloris inspirado, un Paul Pogba que despertó del letargo de los primeros partidos y un Antonie Griezmann más rápido y determinante que nunca, Francia es el candidato de peso para quedarse con su Eurocopa, y así lo demuestran las casas de apuestas.

Pero al frente tendrá a un equipo que no ha llegado hasta aquí sin hacer méritos. Sin deslumbrar, y haciendo apenas lo necesario, Portugal ha ido encontrando la cohesión luego de un inicio algo torpe, y hoy pretenderá aguarle la fiesta al dueño de casa, de la mano de su máximo líder y, por mucho, mejor jugador de Europa: Cristiano Ronaldo. Y es que el capitán luso ha demostrado en lo que va del torneo que puede ser también determinante con su selección, y luego de dos finales perdidas añora alcanzar la gloria de una vez y para siempre, y lograr su primer título internacional con su país.

El capitán luso y estrella del Real Madrid volverá a ser el centro de los reflectores, y la prensa internacional buscará encontrar paralelismos entre él y Lío Messi, quien hace poco estuvo en el ojo de la tormenta tras perder su cuarta final con Argentina, y posteriormente renunciar a su selección. Porque más allá del resultado, más allá del campeón, mañana se hablará del Cristiano Ronaldo que logró redimirse con su país, o bien de otro genio al que el destino lo arrima contra el fracaso cuando se enfunda los colores patrios.