Muy grave la denuncia formulada por la jefa de la Unidad de Investigación del dominical Panorama, Karla Ramírez, quien ha señalado que desde la Dirección de Inteligencia del Ministerio del Interior, hoy a cargo de Carlos Malaver, se planea un atentado contra su integridad y la de su familia, el que se haría pasar como un hecho violento ocasionado por delincuentes comunes.

Este ataque sería una cobarde represalia por la información que ella y su equipo vienen emitiendo respecto a respecto a la mina El Dorado, y a los nexos que existen entre este negocio con el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Juan José Santiváñez, Nicanor Boluarte –hermano de la presidenta Dina Boluarte– y algunos miembros en actividad y retiro de la Policía Nacional.

Santiváñez ha respondido a esto, afirmando que esta denuncia se debe a que la periodista Ramírez “está estresada”, lo cual no aclara nada y más bien muestra el desprecio del censurado por un hecho que el sector Interior debería investigar y esclarecer, en lugar de sacar un comunicado con frases y lugares comunes que no dicen nada.

Si el ministro Malaver manda realmente en el sector Interior, y no está pintado en la pared mientras Santiváñez pasa por encima y mueve sus fichas, debería dar un paso al costado, porque si algo le ocurre al periodista Ramírez, él va a ser el gran responsable.