El cobre es uno de los minerales metálicos más versátiles del mundo. Su uso abarca desde utensilios de cocina, joyería, adornos, pinturas, instrumentos musicales, celulares, televisores, radios y un largo etcétera, hasta barcos, automóviles, aviones, trenes e incluso naves espaciales y cables, de esos que iluminan y conectan las ciudades y los hogares del mundo. Para orgullo nacional, el Perú es el segundo productor de este importante mineral a nivel mundial,

Las Bambas, una de las minas de cobre más importantes del país, ubicada en la provincia de Cotabambas, Apurímac, es la tercera empresa de cobre con mayor capacidad de producción del Perú y una de las diez productoras más importantes del mundo. Solo el aporte de esta mina equivale a 1% del PBI nacional.

Las Bambas inició operaciones en el año 2016 y desde entonces, ha acumulado 635 días (¡casi casi dos años calendario!) de paralizaciones “forzosas”, es decir, causadas por razones ajenas a su voluntad. Solo en lo que va del 2023, lleva contabilizados 42 días de bloqueos ilegales por parte de grupos de violentistas y radicales que operan en el corredor minero del sur del país. Por cada día de paralización de esta mina, el Perú deja de exportar US$9,5 millones, el Estado peruano deja de recaudar S/.5,2 millones (4 por IR y 1,2 por regalías contractuales) y Apurímac deja de recibir la friolera de S/.3,2 millones por regalía y canon minero. ¡Una calamidad! Imagínese todo lo que nuestro país podría haber hecho con tanto dinero perdido, por cada día de violencia y paralización de este importante sector.

Carlos Gálvez Pinillos, expresidente de la Sociedad Nacional de Minería e Hidrocarburos, planteó que la minería debería declarase “actividad esencial” y propuso “agravar las penalidades para quienes se opongan a la extracción de estos minerales que pueden, con sus ingresos, aliviar la crisis económica y social del país. Agitar las aguas agrias de la violencia por parte de los anti-mineros y no hacer nada para impedirlo desde el gobierno, pasara una gran factura, no solo a las empresas mineras sino a la Nación.