Como un primer esfuerzo de concertación, el presidente Martín Vizcarra se ha reunido, hasta el momento, con representantes de siete de las nueve organizaciones políticas que conformarán el nuevo Congreso de la República. Pocas circunstancias de la vida política del Perú han sido tan complicadas como las que vivimos hoy. Son tiempos en los que se convive con el caos y la incertidumbre. Por ello, son necesarias más que nunca la ponderación y esa utopía llamada unidad.

Sin embargo, ha resultado controversial, por decir lo menos, la presencia del presidente de Podemos Perú, José Luna Gálvez, quien había pedido licencia hasta “que se esclarezca mi situación legal”. Esta visita a Palacio de Gobierno, encabezando al grupo de virtuales congresistas de su agrupación política echa sombras sobre el verdadero objetivo del Gobierno. Sobre Luna Gálvez pesa un pedido de la Fiscalía de 36 meses de prisión preventiva por presuntamente estar involucrado en lavado de activos, colusión y tráfico de influencias junto al exalcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio.

Realmente, este es un paso en falso de la agrupación, que tiene como líder a Daniel Urresti, quien ha sido el candidato más votado en las últimas elecciones congresales. Justo fue apoyado por su discurso en el que fustigaba a los corruptos. Ahora todo su mensaje se pone en tela de juicio.