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Julio Velarde echó agua al carbón en el que se busca rostizar a los tres nuevos directores del BCR. “¿Qué peligro hay? Ni que fuera una marioneta”. Así zanjó Velarde la polémica sobre Cuba, Chlimper y Rey, designados por la mayoría fujimorista. Según el artículo 86º de la Constitución, la elección es legal. Los claroscuros, empero, saltan con la actuación pública de Chlimper, Rey y Cuba; en ese orden son los cuestionamientos.

Fuentes próximas al fujimorismo afirman que Chlimper recobraría desde el BCR cierto poder disminuido tras el caso del audio manipulado en campaña, hoy en investigación fiscal. Según la ley, un director del BCR no representa ningún interés particular. Debe pedir licencia de Fuerza Popular, así como Velarde lo hizo del PPC.

Creo que Rafael Rey no debió ir al BCR. Discutirá la política monetaria del país, sin la experiencia que pide el Banco. No dudo que va a estudiar, pero a Rey le gusta estar en el bando contrario de sus odiados caviares. Mejor se hubiera quedado con su programa de Willax.

La web de Macroconsult muestra aún a Elmer Cuba como socio director. Su vinculación con tantas empresas, lo hace más sospechoso de representar grandes intereses; en contra de la misma ley con la que hoy se juzga a Chlimper y Rey.

Si Velarde dice que manda en el BCR, él encenderá las alertas, si algo grave llega a pasar. Marchar hoy es perder el tiempo; queda aceptar las decisiones de una mayoría que se eligió en las urnas. Y si quieres protestar, pide que se cambie la ley electoral y que no sea un 19% del electorado el que ponga a 73 congresistas. Ahí está el detalle, joven.

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