Veía con estupor una conferencia de prensa el día viernes por la noche en la cual se trataba de justificar lo injustificable, y me estoy refiriendo al candidato Acuña, quien nos trata como si fuéramos retardados. Todos hemos visto el video donde aparece el doctor Alvarado, autor del libro, y en donde declara que no es solo un plagio sino que es la apropiación total del mismo, habiéndosele cambiado el nombre del autor: ¡vergüenza ajena! Realmente si tuviera un poco de sangre en la cara ya habría renunciado y no permitir que el país siga pasando por una vergüenza internacional, pues nos ha convertido en el hazmerreír a nivel mundial. Qué credibilidad podría tener un candidato de esta naturaleza si llegara a ocupar la Presidencia de la República. Quién tomaría en serio cualquier propuesta que ese personaje planteara. Por otro lado, si las autoridades correspondientes del JNE no actúan de inmediato, el desprestigio nacional seguirá in crescendo y seguiremos siendo objeto de la burla y comentarios adversos. Por supuesto que el candidato Acuña ni se inmuta y, por el contrario, su “musa” Anel Townsend se agita más y revolotea a su alrededor tratando de transmitir el mensaje de que cómo es posible que se ataque de esa manera a su candidato. Hasta dónde puede llegar la sobonería... Increíble este personaje, que ganó fama en el tiempo de Toledo cuando se dedicaba a perseguir judicialmente a cualquier persona con tal de ganarse alguna cámara. Ahora ha quedado desenmascarada, al igual que su candidato Acuña, y estoy seguro de que en la actualidad hasta los caviares que la apoyaban deben encontrarse sumidos en la vergüenza.