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En las últimas horas, los congresistas Mercedes Aráoz, Ana Choquehuanca y Carlos Bruce han renunciado de manera irrevocable a la bancada de Peruanos Por el Kambio (PPK), con lo que este grupo parlamentario se ha salvado de su desintegración solo con la repentina incorporación de la muy cuestionada Yesenia Ponce, la exfujimorista que aún no aclara la veracidad de sus estudios escolares.

No olvidemos que la legisladora Aráoz es, aparte, la vicepresidenta del Perú, lo que implica, sin duda, un golpe mayor para el presidente Martín Vizcarra, quien se convierte así en un gobernante sin bancada.

Ya desde el 28 de julio, la vicepresidenta Aráoz había expresado su incomodidad al no ser informada, al menos por cortesía, del proyecto de adelanto de elecciones que iba a presentar el jefe del Estado.

Toda la gente con cierto roce político y profesional se ha ido de las filas del oficialismo que hoy se apoya en Yesenia Ponce para sobrevivir. Así acaba la bancada del partido que llevó a Pedro Pablo Kuczynski y su equipo “de lujo” a ganar las elecciones de hace tres años.

Estas renuncias se producen en un momento álgido para la gestión del presidente Vizcarra, tras la difusión de los audios de la reunión que sostuvo con el gobernador de Arequipa y algunos alcaldes por Tía María.

Entre las razones para el alejamiento de Aráoz, Choquehuanca y Bruce debe estar también el hecho de que el Presidente pocas veces los tomó en cuenta, pues parece que prefirió “apoyarse” en el efímero calor de las encuestas y en un asesor experto en campañas -y no en gobiernos-, antes que en sus congresistas. Gran error.

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