140 mil turistas llegarán a la “Fiesta de las Cruces”
140 mil turistas llegarán a la “Fiesta de las Cruces”

Se calcula que arribarán de 130 a 140 mil turistas nacionales durante este año. De ello, un gran porcentaje estará presente en la “Fiesta de las cruces”, que se desarrollará del 22 al 28 de mayo. Marcará un crecimiento entre 10 a 12%, respecto al año pasado.

El responsable del área de Turismo de la Dirección Regional de Comercio Exterior, Turismo y Artesanías (Dircetur) Huancavelica, Marino Padilla Chanca, señaló también que se espera un aproximado de mil visitantes extranjeros en el año.

“Esta vez la festividad se programó para mayo. Las fechas son movibles, a veces se realiza en junio, es una fiesta grande y de todas maneras se tendrá la presencia de turistas”, expresó Padilla.

DEVOCIÓN. Según la Santa Sede, en el Perú existen 26,1% millones de católicos y Huancavelica es tal vez la que concentra el mayor número de fieles, por lo que no sorprende que la “fiesta de las cruces”, entre pagana y católica, sean multitudinarias.

¿Pero en qué consiste la “fiesta de las cruces”?. Hay dos etapas muy diferenciadas, la parte “religiosa” que se centra en la “bajada y pintado de las cruces” desde las montañas, que son consideradas “apus protectores” y el “toro pukllay” o jalada de toros.

BAJADA DE CRUCES. Durante la fiesta, toda la ciudad, conformada por tres barrios y un distrito: Santa Ana que tiene la Cruz de Oropesa, Ascensión (veneran la cruz del Señor de Potocchi), Yananaco (cruz de San Antonio) y San Cristóbal (cruz de Puyhuán), suben hacia los apus para bajar en hombros las cuatro pesadas cruces hacia la plaza de San Cristóbal, donde serán repintadas y cambiadas de paños.

Cabe resaltar que cada uno de estos barrios cuentan con más cruces, que podrían ser consideradas como “menores” que acompañan a las principales.

TAUROMAQUIA. Estos juegos a veces sangrientos, son los más esperadas de todas las celebraciones, la fascinación por lo trágico y la valentía atrae a grandes y chicos. Se le denomina “toro pukllay” o jalada de toros, que dejan numerosos heridos, ya que muchos envalentonados con el alcohol, intentan ser la atracción de la fiesta.

“Se suelta a los toros en medio de la plaza (San Cristóbal) para que la gente que desee los toree y el público se divierta. Hay tanta gente que incluso invaden los cerros, porque el coliseo queda chico”, explica Padilla.

Tras este espectáculo considerado más “popular”, prosigue una corrida de toros con toreros profesionales y dentro del coliseo, que también queda pequeño.

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