Recuerdan 26 de enero, día de la paz y la reconciliación

Sobre los 4 mil metros de altura, una lluvia menuda pero incesante, cae sobre una geografía accidentada y gris, ahí donde hace 32 años, ocho periodistas y un guía fueron masacrados por cerca de cuarenta lugareños, sin que a la fecha exista una verdad concluyente sobre el terrible baño de sangre.

Como ya es una costumbre, cada 26 de enero, autoridades civiles y militares, deudos, periodistas y personas identificadas con la libertad de prensa y la convivencia pacífica, se dan cita en Uchuraccay (Huanta) para recordar y elevar oraciones por las almas de las víctimas.

Ni el mal tiempo del último lunes, impidió que unos cincuenta visitantes se concentren en la zona, en donde hace ocho años el Gobierno Regional de Ayacucho, construyó un monumento en memoria de los mártires.

DEUDOS. En la fecha, no podía faltar Eudosia Reynoso Barboza, esposa del extinto Félix Gavilán Huamán. A su llegada, dejó hojas de hortensia en cada sepulcro, pero no pudo contener el llanto cuando se topó con la fotografía ampliada de Félix, a quien visita hace 32 años.

Durante el acto protocolar, Eudosia pidió que se dé a conocer las fechas de los asesinatos de 135 campesinos de la zona, ocurridos durante las décadas de la violencia política, e instituir una fecha en memoria de todos los caídos.

Por su parte, Rosa Luz Argumedo Aguilar, periodista y psicóloga, hija del guía Juan Argumedo García, dijo durante su alocución que el 26 de enero es la fecha que no solo debe recordar a los periodistas y el guía muertos en 1983, sino a las otras 135 víctimas, que dio a conocer la Comisión de la Verdad.

El punto en donde ocurrieron los hechos, se encuentra desolado. El pueblo ha desaparecido luego del incidente. Solo quedan escombros de la escuela, iglesia y corralones que el tiempo no ha podido desaparecer del todo.

Uchuraccay se ha mudado colina arriba, en donde hay varias casas, una moderna plaza y reparticiones públicas. No obstante, es poco lo que el Estado ha conseguido. Tres décadas después los índices de pobreza persisten.

No es por algo que sus autoridades locales, como el alcalde de Uchuraccay, Emiliano Ramos Chávez, exijan al Estado, servicios básicos, mejores carreteras y más programas sociales.

CAMINATA. Ese día, un grupo de caminates, entre los que destacan periodistas, repitió los cerca de treinta kilómetros hechos por las nueve víctimas hace más de tres décadas. La trevesía les costó poco menos de siete horas, y este es el cuarto año que reducen su tiempo.

Los viajeros partieron a las 5 de la mañana desde la localidad de Tambo, pasando por Carhuapampa y Pari, hasta llegar a Uchuraccay.