Déjame que te cuente limeño. La tradicional Alameda de los Descalzos, rincón emblemático de Lima e inmortalizada por Chabuca Granda en “La Flor de la Canela”, se encuentra en total estado de abandono y a merced de los ladrones.
Pero no es el único patrimonio monumental del Rímac en estado crítico. La Alameda de Los Bobos, el Paseo de Aguas y la Plazuela Ricardo Palma se encuentran en similar situación, a raíz de un plan de obras de restauración, emprendida por la gestión de la exalcaldesa de Lima, Susana Villarán, que debía culminar el 18 de diciembre último, pero quedó paralizado en el camino.
MOLESTOS. Según informó el gerente de Imagen de la Municipalidad del Rímac, Jorge Reyes, los trabajos se paralizaron una semana después de que Villarán perdiera las elecciones municipales.
Sin embargo, precisó, ya han iniciado conversaciones con la nueva gestión de la Municipalidad Metropolitana de Lima para terminar los trabajos antes de la Semana Santa.
“Estamos preocupados porque estas obras pertenecen al eje turístico del distrito (...) Queremos que durante la Semana Santa no hayan problemas, pues aquí (en el Rímac) hay muchas iglesias”, manifestó.
delincuencia. Los más perjudicados sin embargo son los vecinos del lugar, quienes deben soportar la intensa polvareda de las obras inconclusas y la presencia de los delincuentes y fumones.
“Hay personas de malvivir que pululan la zona y se roban el bronce de los escudos o las rejas”, reclamó Gloria Robles Peñaloza, vecina de la Alameda de Los Descalzos.
Lo más grave, dijeron estos moradores, es que la Clínica Alameda, ubicada en la calle Atahualpa, frente a este paseo tradicional, tuvo que trasladarse a otro local porque las obras obstaculizaban el ingreso de las ambulancias.
ALERTA. Vecinos de la Alameda de los Descalzos contaron que hace unos días tres ladrones intentaron llevarse con un volquete una estatua de mármol de Carrara.