Alerta por inseguridad en zona de Mesa Redonda
Alerta por inseguridad en zona de Mesa Redonda

Cables pelados e instalaciones eléctricas clandestinas, puestos de venta construidos con material inflamable y numerosos ambulantes, cargadores y compradores que obstruyen las salidas de las tiendas y galerías, evidencian el riesgo que se corre en la zona comercial de Mesa Redonda, en el Cercado de Lima.

A pocos días de iniciarse la campaña navideña, para los vendedores y compradores este complejo continúa siendo una bomba de tiempo que puede estallar en cualquier momento.

Además de estos problemas, las estrechas calles y la falta de un plan de contingencia demuestran que nada ha cambiado en el lugar desde el devastador incendio que provocó la muerte de más de 400 personas el 29 de diciembre del 2001.

Las vías más riesgosas parecen ser los jirones Cusco, Junín, Puno, Paruro y Andahuaylas, donde los vendedores ambulantes y los cargadores obstruyen el libre tránsito de la gente sin que las autoridades ediles hagan algo por impedirlo.

Son pocas las tiendas y galerías que cumplen con las medidas mínimas de seguridad, como tener un kit contraincendios y un grupo de socorristas para accidentes, y mantener libres los pasadizos.

Otro punto en contra de la seguridad es que los compradores no respetan el aforo de los centros comerciales, y los comerciantes y propietarios no lo hacen respetar porque no hay ninguna autoridad municipal que los supervise.

Además, muy pocas tiendas y galerías cuentan con un plan de evacuación en caso de que se produzca alguna emergencia, sobre todo en las fiestas de Navidad y Año Nuevo.

Más control. "La mayoría de las galerías de Mesa Redonda tiene un cableado precario y las salidas de emergencia están obstruidas con maniquíes. Sin embargo, en la actualidad asisten más personas a comprar a este lugar que en el año en que ocurrió el incendio", advirtió César Ortiz Anderson, especialista de la Asociación Pro Seguridad Ciudadana.

Ante ello, el experto exhortó a las autoridades municipales a realizar operativos de seguridad en la zona y vigilar que no se permita el ingreso de productos pirotécnicos, que fueron el principal causante del siniestro ocurrido en el 2001.

Hasta ayer no se podía notar a simple vista la venta de productos pirotécnicos en esa zona de la ciudad.